Esta pieza se estrenará en el Festival Grec el próximo 14 de julio.
Esta pieza coreográfica se mueve entre los conceptos de utopía y distopía. Si el primero describe un mundo ideal, el segundo hace referencia a una sociedad indeseable. Este mundo inventado, y que él sitúa en un espacio indeterminado, es un espacio construido sobre las ruinas de un progreso extinguido, a través del cual investiga los mecanismos de la memoria, la repetición y la transformación de un mundo en otro. Qué sobrevive en los lugares que se han abandonado y vaciado de vida? Como recupera la naturaleza estos lugares abandonados? Se lo preguntan los intérpretes mediante el movimiento, desarrollando un lenguaje abstracto y de ritmo irregular, arraigado y dislocado a la vez de lo cotidiano, en el que los extremos conviven en un ejercicio de democratización de la radicalidad. No hay, pues, lugar para los términos medios, sino por una convivencia absoluta entre lo más grande y lo más pequeño, dos extremos muy presentes en los paisajes abandonados los grandes proyectos utópicos del siglo XX.
Se estrena en versión corta el pasado mes de diciembre en el Mercat de les Flors y se presentará en esta misma versión el 26 de abril en el Festival Sismògraf Olot.
Posteriormente se estrenará el próximo 14 de julio dentro de la programación del Festival Grec.
